Manejo de la Plantación

Desde que la plantación es establecida, la temperatura del suelo y la humedad debe ser manejadas para promover la producción. La incidencia de la temperatura en el suelo es controlada mediante un adecuado espaciamiento de los árboles y además podas y raleos oportunos. 

Las densidades de plantación utilizadas en Europa varían desde 200 hasta incluso 600 árboles por hectárea, pero cuando se planta a mayores densidades, posteriormente se requiere raleos intensos para favorecer la insolación. Nosotros recomendamos una densidad de plantación óptima de 400 a 500 árboles por hectárea. Las principales labores de manejo en la plantación son el control de malezas, podas, laboreo del suelo y la aplicación de riego. En plantaciones pequeñas el control de malezas puede ser realizado en forma manual, sin embargo, normalmente es realizado mediante el laboreo del suelo con arado de discos.

Si se desea controlar malezas mediante aplicación de herbicidas, se debe tener especial cuidado con el producto a usar, ya que algunas formulaciones pueden provocar efectos perjudiciales para el hongo. En general las técnicas de cultivo a aplicar dependen necesariamente del sitio y condiciones microclimáticas locales, por lo cual estas recomendaciones son sólo de tipo orientativo.

La aplicación de fertilizantes durante el cultivo no es recomendable. Las micorrizas de trufa son capaces de proporcionar al árbol una mayor proporción de fósforo, potasio y nitrógeno. 

Es de suma importancia en nuestros suelos mantener un pH adecuado para favorecer el desarrollo del micelio del hongo y la futura producción de trufa, por tanto después de las aplicaciones iniciales de cal en la plantación, se debe monitorear el pH cada año para evaluar su disminución en el tiempo producto de la lixiviación de la cal en el suelo. 

La disminución del pH en el tiempo variará según las características fisicoquímicas del suelo y la pluviometría del lugar, por tanto la aplicación de encalado de mantenimiento dependerá de cómo disminuye el pH específico del sitio. El uso de riego tecnificado es una herramienta eficaz para mejorar la producción de trufa, ya que con él se evitan las sequías prolongadas. 

Los primeros años de la plantación, el riego debe ceñirse a un apoyo al establecimiento y crecimiento de las plantas. 

Después del tercer o cuarto año de la plantación, el riego debe orientarse a optimizar la producción de trufas, por lo cual la cantidad de agua a incorporar debe controlarse en forma más estricta. 

Los sistemas de riego más utilizados en el cultivo de trufa son los de microaspersión y aspersión, los sistemas de riego por surcos o riego tendido no son aconsejables, debido a que producen excesos de humedad y cambios de temperatura que pueden afectar el desarrollo del hongo en las raíces.

Cosecha de Trufas

Lo más recomendable es realizar la cosecha con perros adiestrados que señalen de manera precisa el sitio donde se encuentra la trufa. Existen varios libros y manuales sobre cómo entrenar perros para la búsqueda de trufas. El proceso de adiestramiento en general es simple y existen varias razas que se adecuan a este tipo de trabajo. Si un perro presenta buena disposición al trabajo y tiene facilidad de aprender, este puede ser adiestrado en unos tres meses, luego con un poco de experiencia se puede decir  que es un perro iniciado, al cabo de los dos años de búsqueda será un perro experto. Nosotros recomendamos a los productores entrenar a sus propios perros para así tener la flexibilidad de cosechar cuando las condiciones sean adecuadas. Este y todos los servicios requeridos también pueden ser brindados por nuestra empresa.